ESTUDIO DE UNIMER
Las prioridades del tico
Familia, pareja, trabajo, amigos, tranquilidad, casa y estudio
La familia, la pareja, el trabajo y la casa son los aspectos más
importantes en la vida para los jefes de hogar costarricenses y por los
que, al mismo tiempo, se sienten más satisfechos.
Mientras tanto, sus principales aspiraciones son tener buenos ingresos económicos y que los hijos estudien.
Así
se desprende de un estudio de Inteligencia Financiera, elaborado por
Unimer para EF, en el que consultaron a 400 jefes de hogar, entre
hombres ymujeres.
Ante la pregunta de cuáles son los aspectos más
importantes en la vida, los bienes materiales pierden relevancia,
excepto la casa propia, que sigue siendo muy importante para casi todos,
independientemente del nivel socioeconómico al que pertenezcan.
Los
temas que más bien apelan a la parte emocional son los que casi el
100% de los entrevistados señala como los de mayor importancia.
Esos
elementos se refieren a disfrutar de una familia unida, tener
tranquilidad mental durante todo el día, poseer vivienda, gozar de un
trabajo estable y que los hijos completen su educación.
Otros
puntos siguen teniendo también su importancia. Para 8 de cada 10
encuestados es muy relevante tener buenos amigos, mantenerse en forma y
vivir en un buen barrio.
Un poco más abajo en el ranking
, para 7 de cada 10, es importante contar con una buena situación
económica y solo la mitad de los entrevistados le da relevancia a tener
una buena posición social, que se relaciona principalmente con la
apariencia.
El último tema en la lista es tener un vehículo propio, lo que es importante para menos de la mitad (48%).
Según
el director del programa Estado de la Nación, Miguel Gutiérrez Saxe,
la gente cifra su felicidad y satisfacción en las condiciones de vida
inmediatas e internas. Es decir, en su círculo más íntimo como familia,
amistades e incluso la convivencia en el trabajo. Lo siguiente atiende
a las condiciones indispensables para tener un sustento material de esa
convivencia.
“No se cifran las esperanzas en cuanto a lo que el
Estado brinde, sino que hay un sentido de que la convivencia depende
mucho de uno mismo y del círculo, y que los resultados vienen del
esfuerzo propio y no de las promesas de los gobernantes”, dijo
Gutiérrez.
Para el sociólogo Francisco Barahona, tanto en el nivel
bajo, medio o alto, el tema de la familia y las relaciones de pareja
son fundamentales porque no se está hablando de su condición
socioeconómica, sino de la naturaleza humana, lo que hace a la gente
darle importancia. “Las personas están hechas para vivir en núcleo
familiar, independientemente del tipo de núcleo. Si no se tienen esas
cosas, el ser humano anda a la deriva, está en soledad”, explicó.
¿Satisfechos o no?
Empero, ¿cuán satisfecho está el jefe de hogar?
Los
porcentajes entre los temas de importancia y los que les satisface
coinciden bastante, en particular en cuanto a las relaciones
familiares, la importancia de la pareja, el barrio donde vive, la
educación de sus hijos y su vida en general.
Otros aspectos que generan mucha retribución son el círculo de amigos, su apariencia física y la salud.
Sin
embargo, la situación económica, que es la principal aspiración de los
jefes de hogar, resulta ser, dentro de una lista de 15 aspectos, lo que
menos satisfacción les genera (40%).
“En Costa Rica es cada vez
más común opinar que todo lo que está afuera es difícil y se critica al
país, pero la satisfacción está asociada al primer círculo, que es el
de la conviviencia, y los ingresos siguen siendo cruciales”, añadió
Gutiérrez.
En las áreas relacionadas con lo afectivo, más del 80%
de los jefes de hogar se sienten satisfechos, tanto los que se ubican en
el nivel socioeconómico bajo, como el medio y el alto, según los
parámetros que utiliza Unimer para hacer esa clasificación social.
La
relación con la pareja es muy importante para el nivel medio y alto,
más que para el bajo, donde la mayoría de los jefes de hogar que
respondieron son mujeres.
En el caso del círculo de amistades, esto retribuye mejor a quienes están en el nivel bajo, que a los del nivel medio y alto.
Para
Barahona, este aspecto se relaciona con la creciente tendencia de que
las personas más solventes vivan encerrados en condominios, lo que
aumenta el individualismo.
“A personas de los niveles más bajos
les interesa el reconocimiento social y tiene mucho sentido la
convivencia con un grupo de la barriada, lo que no ya existe en los
niveles altos”, dijo.
Sucede lo contrario en los temas de matiz
económico. La mayor recompensa se presenta en el nivel alto, tanto en la
situación económica, como en los bienes materiales y la estabilidad
laboral.
“Sin duda alguna, en el nivel bajo hay carestías y, por
eso, seis de cada diez jefes de hogar del nivel de ingreso bajo se
sienten más insatisfechos que el nivel alto, y en el caso laboral, la
inconformidad es mayor en el nivel bajo, porque hay más desempleo y
menos ingresos”, explicó Barahona.
De los aspectos evaluados en
lo personal, el desarrollo profesional y laboral es el único que muestra
diferencias significativas, según el nivel socioeconómico que calcula
Unimer. Este le satisface al 47% del nivel bajo, mientras que al 78% del
nivel alto.
La apariencia física le produce retribución al 70% de
los encuestados, sobre todo en el nivel alto, donde respondieron sí, 8
de cada 10. En el nivel bajo lo hicieron 6 de cada 10.
La educación de los hijos, el barrio donde vive y la vida en general generan satisfacción en igual medida en los tres niveles.
Aspiran a más recursos
Así, al preguntar por aspiraciones, lo social cede al interés individual.
La principal aspiración de los jefes de hogar es tener buenos ingresos económicos. Así respondió el 35% de los encuestados.
Este
tema es más relevante para los jefes de hogar menores de 24 años,
para quienes tienen grado académico universitario y para el sector
socioeconómico alto.
Para el sociólogo y exrector de la UNA Jorge
Mora, este dato deja claro que la preocupación principal es cómo
generar los ingresos necesarios para cumplir con las necesidades de la
familia.
“Hay aspiraciones que no salen como prioritarias, como
tener una sociedad más segura o acceso al bienestar social, lo que
parece entonces una visión más individualista en el funcionamiento de
la familia y no colectiva como ocurría en el pasado”, añadió.
La
segunda aspiración es que los hijos estudien, eso lo indica la tercera
parte y se manifiesta principalmente en las personas entre 30 y 50 años
y en quienes tienen solo el nivel de secundaria.
Solo la quinta
parte de los jefes de hogar con grado universitario mostró como
prioridad que los hijos estudien, probablemente porque el tema está
resuelto; es decir, sus hijos ya estudian.
Como la tercera aspiración, pero distante de las dos primeras se ubica el tener una casa propia.
“Lo más probable es que esto ha dejado de ser aspiración porque ya
tienen su casa, lo que en los últimos años se ha convertido en un
derecho. Costa Rica es uno de los países en donde la tradición es tener
casa propia, solo se alquila el 12%”, dijo Gutiérrez. Según el último
censo del 2011, en el país hay más de 3 millones de viviendas.
Por
debajo de esas aspiraciones está tener una buena vida, en lo que
enfatizan los menores de 30 años y estudiar para los que tienen entre
18 a 24.
Datos que demuestran las brechas que se están gestando entre lo que valoran y lo que desean los ticos.
Metodología
Muestra:
400 jefes de hogar, el 73% hombres y el 27% mujeres. De 18 años a
más de 50. Una tercera parte con primaria completa, la otra secundaria y
la otra universitaria.
Fecha: Entrevistas vía telefónica, diciembre del 2012.
Confianza: Nivel de un 95%.
Cobertura: Nacional.